El primer proceso que se le da al corcho crudo es el de estabilización. Disponemos de un campo en el cual se coloca el corcho en pilas rectangulares de unos 3 metros de anchura permitiendo así la circulación del aire y facilitando la salida del agua de la lluvia. Se coloca encima de unas vigas de hormigón evitando el contacto directo con el suelo. Este proceso mantiene el corcho en reposo entre unos 6 y 12 meses aproximadamente, de esta forma se consigue que el corcho mejore sus calidades innatas antes de empezar a prepararlo.

Este proceso se aplica en toda la preparación de las planchas de corcho que se tienen que preparar para hacer los fardos de corcho que se tienen que preparar para hacer los fardos para la posterior fabricación de tapones. Se hacen fardos de unos 300 kilos aproximadamente y se hierve unos 70 minutos con agua limpia, descalcificada y analizada periódicamente en la caldera limpia de tierras, restos de corcho o cualquier otro cuerpo alieno cada vez que se procede a hervir. Una vez hervido, se deja en la sala de reposo. Previa indicación del cliente, se separa el corcho por clases: 13/18, 13/18 flaco, 8/13, 8/13 flaco, verde, grueso, refugo, mancha amarilla, hormigoso y culebrilla.

Este proceso se aplica a todos los fardos de corcho que van destinados a la fabricación de tapones de corcho. Se introducen unos 300 kilos para volver a hervirlo en la caldera, previamente limpiada. Mientras dura el proceso de cocido y para compensar las perdidas de agua por la evaporación, se aportará agua limpia sin interrumpir la ebullición. Este segundo cocido se hará durante unos 40 minutos.

Para este proceso primero se comprobará el calibrado de las láminas de corcho. Se verificará primero que la superficie esta exenta de corcho verde, canales de culebrilla, canales de hormiga o mancha amarilla. Después, procedemos a hacer el rebaneo con la máquina. La medida de las láminas se ajustará a la longitud de los tapones a fabricar más unos 2-3 mm. La orientación del rebaneo se hará en el sentido horizontal de la plancha cuando aún estaba en el árbol, es decir, perpendicular a las líneas de la raspa del corcho. Se controlará la anchura y el paralelismo de la lámina con un pie de rey, y también la humedad.
Para el proceso de picado, se ajustará la máquina de tal manera que al perforar las láminas, queden lo menos posible de vientres y raspas en los tapones obtenidos, pero siempre perforando lo más cerca posible del vientre. Se comprobará la finura y la ausencia de marcas de gubia y estrías, es decir, la superficie, la verticalidad y la distancia del tapón.

Disponemos de una máquina electrónica con tecnología avanzada la cual selecciona y permite separar la leña (tapones muy flacos), los trozos y clasificar el resto de los tapones aptos.

Se procede a un segundo escogido mediante dos operarias en una máquina de carriles, ya que el ojo humano y la experiencia de nuestras operarias son indispensables. Se descartarán todos aquellos tapones críticos como los malolientes, culebrillas, vena-seca, y hormigosos

Disponemos de una máquina de tecnología avanzada la cual es capaz de hacer tantas clases como las que el cliente desee. Por ejemplo tapones de clases de flor, súper, 1, 2, 3, 4, 5 y 6, entre otras.

Una vez se han finalizado las partidas, nuestras instalaciones disponen de un amplio almacén con unas condiciones idóneas dónde son colocadas debidamente etiquetadas y paletizadas y quedan a la espera de que el cliente las recoja.